Liane Moriarty tiene un talento especial para construir un mundo de cristal y después hacer que explote en pedacitos.

Una vida aparentemente buena, una familia aparentemente perfecta y amorosa. Un matrimonio feliz, aparentemente… unos hijos exitosos o eso es lo que parece…

¿Todo es apariencia? Con Moriarty entras en un mundo que parece perfecto y amigable, sin embargo, avanzas con suspicacias, con inseguridad, sabes que hay algo mal… no puedes identificar qué es, pero te pone los pelos de punta.

Esta es una historia perfecta que nos presenta a unos personajes increíbles que van destapando sus traumas y deseos más oscuros a medida que va avanzando la trama.

Me gusta mucho cómo consigue que el lector se meta de lleno en una espiral de sospechas y prejuicios dejando de lado la racionalidad, la lógica y la objetividad. Me han encantado también los saltos temporales, tan bien introducidos en el momento justo de la trama, te mantienen consciente y hace que tus inquietudes aumenten. Gracias a estos, como lectora, he ido cambiando mi opinión sobre cada uno de los personajes que interactúan en la historia.

Lo que hace Moriarty es mostrar una estampa feliz e ir descubriendo poco a poco que la supuesta felicidad que se observa desde fuera, no es verdadera en realidad. Todos los humanos llevamos dentro luz y oscuridad, y en un momento de exposición a mayor estrés o presión, nos podemos inclinar más hacia un lado que hacia el otro. Asimismo, nos deja claro que a pesar de que creemos conocer a nuestros seres más cercanos, somos capaces de dudar de las intenciones y las acciones de estos, puesto que al final, ¿quién conoce de verdad a alguien?

Por otro lado, creo que la autora ha querido con esta historia, poner de relieve la falta de empatía y de escucha activa del ser humano. Somos egoístas hasta el punto de no esforzarnos por los deseos de los demás y de no atender las necesidades de nuestros allegados. Estamos tan metidos en un individualismo extremo y tan traumados por dentro, que no somos capaces de ver ni de escuchar lo que nos rodea… y esto, lleva inevitablemente a una soledad y una frustración infinita.

La historia para mí lo tiene todo: hay una desaparición, unos cuantos sospechosos, un personaje especialmente inquietante, unos acontecimientos extraños y no dudas nunca de cuál va a ser el final hasta que, ¡Oh sorpresa! viene un revés inesperado…

La única pega que le pongo al libro es que la historia transcurre con demasiada lentitud pero, por otro lado, me gusta el rollito de Liane Moriarty.

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